MITO LA BELLEZA DEL MAR

Poseidón, domador de mareas que surca las brisas de agua salada y el ser más poderoso sobre la brisa del océano iba en busca del hijo del mar. Siempre había amado a Belleza, mortal que sus padres habían pedido a Zeus que transformara en animal para despistar a Poseidón. Belleza correspondía al amor del dios y suplico a Zeus que la guardara en el mar, donde estuviera cerca de su admirador. Accediendo, Zeus la convirtió en el delfín más hermoso de todos.

Poseidón a fin de cuentas descubrió la verdadera identidad del delfín y entro en ira, violándola.

Debatiéndose entre su amor por Belleza y su deseo de desquitarse con sus padres, la enterró viva en el fondo arenoso del profundo mar.

Al instante se  hizo   un profundo remolino en el suelo del océano liberando la voz más hermosa que Zeus mismo había escuchado. Esta poderosa melodía paro al mundo, sus cascadas se congelaron, el viento que batía las hojas no soplo más y Gea paro de girar.

De la húmeda arena surgieron unas criaturas de la más pura hermosura con la piel tan ligera como un velo y la voz tan paralizante como el beso de la muerte. Son llamadas Nereidas o Sirenas.

Se dice que son celosas, vanidosas e impulsivas. Son las protectoras de sus hermanos, los peces y odian a todo el que anhele hacerles daño.

Cuando se encuentran a algún marinero a la expectativa de dañarlos, los seducen con su hermosa voz, los llevan al arrecife de coral más venerado del ancho mar y les arrancan la piel.

Las usan como comida y así su piel es cada vez más hermosa, alejándose cada vez más del aspecto desagradable de las escamas.

PAULA CAPERA

MARÍA PAZ BOTERO